Solo a su
costa,
nadie
visita al río
atormentado.
La garza
blanca
sobre el
río de invierno,
belleza
cruel.
Guijarros
de agua,
el río va
puliendo
cantos
rodados.
Viento
sudeste
¿los juncos
se doblegan
por la
tristeza?
Pertenecen
a “La lámpara y el otoño”, ediciones del Dock, 2001
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ResponderEliminarMarisa, gracias por la publicación. No la había visto aunque visito el blog. Abrazo!
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