miércoles, 25 de septiembre de 2013

Pesca en la tarde invernal (Diana Bellessi)

Permiso nos da la edad
de remontar las aguas
y pescar, peces brillantes
en el río del idioma
Los que quedaron atrás,
arcaísmos de la infancia,
¡allí va!, aletas de oro
Rozarlos con la mano
y dejarlos escapar
Río del no retorno
La voz sí, tiene permiso
para volver atrás
si disuelve las palabras
y es anzuelo el corazón
Mirá cómo pesca!, no,
las redes están vacías
pero el brillo y las escamas
ocupan su lugar
La voz canta. No le importa
qué comerá mañana


de Mate Cocido. Ed Nuevo Hacer 2002

Paisaje del Delta (Liliana S. Doyle)

El Delta /óleo sobre tela/ Guillermo Pena






Sobre el lomo dorado de este río


el camalote baja lentamente.


La siesta se proyecta en la corriente


con sueñera de barro, barro frío.





En la estela del barco un sol bravío.


Las nubes se arraciman sobre el puente


que se mece, oscilando suavemente


con monótono giro. Poderío





de las aletas negras en el agua.


El sauce desmelena su follaje


sobre las ondas claras. En la fragua





del sol se enciende el seibo. Maderaje.


Carnal arboladura y llamarada.


Corazón hecho sangre apasionada.



Liliana S. Doyle





Publicado en la Antología "San Fernando visto por sus escritores", Año del Bicentenario, 2005.


El nadador (Diana Bellessi)

Cuando abril se derrama
dulce sobre las casas
y las cosas y las últimas
rosas del otoño
en opacidad que brilla
de lluvia veo, cuando
tomo café sentada
sobre las tablas del muelle
y el Seco se desborda
dulce en sus aguas, lejos
como un martín pescador
rasante por el medio

del arroyo al nadador...

...Es Javier, el sobrino
en la brazada mariposa
dueño del río si nadie
se mete al agua en abril
Poco habla pero elige
contrafuego, el ladrón
y cordero del que nada
sé, señala independencia
con su gesto y brilla
desatado del triángulo

libre como un pez

Ahora cae la lluvia
Javier, como tu brazada
en el agua espléndida y
furiosa y mansa y yo
estoy de vos, ¿por qué

decí, si nada sé?

Río abajo (Diana Bellessi)

Íbamos por el canal
Rampani con agua alta
y un sol que rojeaba copas
de los fresnitos después
de tres días sin parar
la lluvia. Contentos íbamos
mirando alrededor. Cuántas
casas se están haciendo
dije, y él me contestó:
Si duran... Tras el silencio
completó la frase ...¿sabe
de qué están hechas? No...
Containers de esos autos
importados. Si nos vende
hasta la sobra quien tiene
tanto, para ellos lujo
pa’nosotros rancho... y ví
la liviana maderita
arqueándose bajo un sol
que rojeaba fresnos jóvenes
tras varios días de lluvia
Mucho pique este verano
vió?, mandubíes y bogas
a granel... Hasta dorados
dije y él, mirando fijo
agregó: ayer, la hélice
del motor cortó un precioso
doradito en dos, pena
me dio... y así charlamos
cuando el sol se va cayendo
por el Gambado Roque y yo

Silencio (Diana Bellesi)

Rosa, turquesa y oro
no sólo al oeste
sino el cielo todo
depara este instante
cerca de las ocho,
lo sé por la lancha
que llega y se quiebra
la serena seda
del agua, el trino
coral que despide
el día, estampida
hacia los celajes
que son alas,ángeles
guardando el olor
del guiso, el sonido
amortiguado que
regresa a casa
de los niños, vino
y bolsas de pan
susurra la noche
y Talita Kumi
se recuesta contra
mis costillas, vamos
dice, es hora ya
de hacer la comida
y luego ladridos
de orilla a orilla
acunando el tic
tac de esos grillos,
latidos de luz
señan el camino,
luciérnagas y
vecinos. Silencio

de "Mate cocido" Ed Nuevo Hacer 2002

domingo, 15 de septiembre de 2013

Ventana (Jacobo Fijman)






Jacobo Fijman (1898-1970)
( * OrheiBesarabia, actual Moldova25 de enero de 1898 – Buenos Aires1970) fue un poeta judeoargentino. Formó parte de la vanguardia literaria del grupo Martín Fierro, donde se vinculó con Jorge Luis Borges y Oliverio Girondo.Publicó: Molino rojo, Hecho de estampas y Estrella de la mañana

Muelle de invierno.
Pájaros retorcidos del alboroto.
Entre la niebla,
estertor de los puentes.
Las hélices de un barco remueven luz y brumas;
lloran los mástiles del viento.

Gozan olor de sol todas las lejanías,
caminos de miel
en que se pierden mis fatigas.

Alondras de mi pecho en la mañana
que llueve angustia.

¡No tienen árboles los muelles!
Se humedecen mis ojos y mis manos.

Y hay algo más que el ruido!
Una ventana
cerrada eternamente:
El silencio profundo sobre todos los puentes.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Canto paralelo para el membrillo (Carlos Enrique Urquía)

Membrillo de mis islas
diámetros de color asidos de las tardes
etcéteras de lunas con pelusas
de ovillos entre el sol y el tiempo usado.

Yo he recorrido en niño y en dibujos adultos
tus maderas arrugadas
y sostuve en las placentas de la memoria
el tallo del amor que está en mi industria
como una decisión que no consulto.

De pie sobre los ríos
paralelos a las rayas de los juncos
cuánta navegación busqué en tus ramas
y en tus botas movibles
de húmedos caracoles pobladores.

Descendiente de un tomo de sauzales
la cuchara del bote
con el aire tocándome en belleza
cazado
inevitablemente ingenuo
me entrabas al asombro de tu esferado fruto amarillento
sus márgenes
sus cutis
sus fronteras
y su central semilla barajada en la sabiduría del verano.

Membrillo de mis islas
que te asomas
que custodias el aire
que empuñas el azúcar de la tierra
que comienzas en las jardinerías los dulces alfileres del aroma
que en mis cavilaciones me citas los misterios de las síntesis
el milenio torneado en el rocío
la ceja del paisaje
y por fin me convences
que en los huesos también hay esperanza.

Esta es mi población
desde aquí adentro he subido a la lengua de la vida
y he decidido consultarte el fuego
la luz que en geometría abres al ventanal de las corrientes.

Recíbeme
me esperan los solfeos indígenas del viento
la araña con su octógono colgado
y las lacias maciegas de las islas.

Yo te traigo en la boca una pajarería de tequieros.

(La cimbra)

Desde la orilla (Luis Alberto Laporta)

Luis Alberto Laporta (1954) Nació en Santa Fe. Publicó: Los vuelos perdidos (1975), Palabras de tu voz (1976), Los soles de la sombra (1977)


La noche cayendo sobre este río
sobre las islas dormidas.
Recorro su cielo reflejado, el pájaro ligero.
La oscuridad nítida entre los árboles.

Y todo lo de ayer sumergido o estático
en la niebla verde.

Casa blanca de la costa que asoma
el agua limitante
la barca y este recuerdo que me habita

Se diría que hay un río y árboles más lejos
el agua quieta
los pájaros ligeros.

Nadie sabe que alguien se sumerge
que se hunde en el latido ultimo.

Aquí he vivido
en el cauce se perdieron mis huesos.


(Los soles de la sombra)

Las horas libres (Martín Micharvegas)


Martín Micharvegas (1935) Nació en San Fernando, Bs As.
Publicó: Poesía junta (1961), Las horas libres (1966), Mano de obra (1968).
Tiene editado un disco de canciones.

Cualquiera de los dos podemos presentir el río hacia arriba, buscando el Paraná, abriendo sus dedos en el delta. Pubis acuático tienes, hermana mía, amiga mía. Pero estoy unido estrechamente, no a tus gruesos rasgos, sino a tus pequeños accidentes innombrables sólo famosos para los buenos recuerdos que son lo más malo que puede haber. Los buenos recuerdos: un veneno para el hígado.

Cualquiera de los dos podemos inventar hermosas flores del agua, flotantes, sumergidas. Cualquiera puede recordar un paseo o una muerte, un hallazgo definitivo o fugaz con o en el agua. Soy de aquí, sé nadar, sé remar y siempre me voy y siempre vuelvo. No tenemos otra cosa: nuestro egoísmo es grande como nuestro amor. Nuestro amor que oprime, que no quiere hablar.