Guía del Tigre e Islas del Delta / Director: Salvador Marsico noviembre 1960 |
Ahí
está el río
con sus
pantorrillas
y sus
manos aguadas
trepando
por los troncos sorprendidos
ahogando
las arañas
el río
sin dibujo en el paisaje
de
viento y ramas
ensayando
el relieve hasta los pájaros
proclamando
su
furia y su amenaza
haciendo
una pulsera en cada árbol
una
pulsera de agua.
El río
invade
y va
y
distribuye
su
cuerpo de culebra exagerada
visitando
las tierras y los montes
actualizando
zanjas
ha
crecido
hasta
el centro de las islas
y les
moja la cara
trayendo
su amistad hasta los pastos
muy
cerca de las casas.
Y es la
marea
un
caracol gigante
ancho
lleno
de patas
un ser
nuevo en la boca del paisaje
un
monstruo engrandecido
en el
pulso de la ola y la resaca.
Los muelles
se sumergen
las
canoas se escapan
el sol
deja en las costas su carrera
y el
poeta la espera
y se
descalza
y la
toma del brazo
y se
pasea
por la
cintura azul de la mañana
y en la
tarde de troncos y jilgueros
le deja
su amistad azucarada.
Marea
las islas
se hundirán con sus memorias
si tú
no las asustas y las cantas
las
islas que te esperan tras las lunas
necesitan
sus nalgas inundadas
por tu
voz de pescado y caracoles
y tu
espada de barro y caminata.
Las
islas
para
ellas tu familia
de
palos y de ramas
tu beso
hecho de río
tu
cicatriz mojada.
Marea
mariposa
de agua
posada
en las caderas de las islas
enamoradas
la
amistad ha iniciado en tus canales
la
invasión y la hazaña
y
recorre la orilla con su grito
que es
alegría y agua
como
una fruta oscura
nacida
en la raíz de las distancias
ofreces
tus ciudades misteriosas
tus
redes subterráneas
tu
limón con su diámetro jugoso
tu
barrosa casaca
e
instalas
pisoteando
entre los troncos
tu pie
descalzo y húmedo en el alma
y yo te
subo al canto
y te
entrego las llaves de mi casa
porque
te necesito
y
porque quiero
que
todo sea de agua.
Qué belleza. Palabras visuales que transportan.
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